Normativa - D.lgs 121- 2020

El 29 de septiembre de 2020 entró en vigor el Decreto Legislativo 3 septiembre 2020 nro. 121, actuativo de la Directiva 2018/850 relativa al vertido de residuos, una de las cuatro directivas europeas sobre la economía circular, que modifica la Directiva 1999/31/CE (acogida por el D.Leg. 36/03).
El nuevo Decreto abroga definitivamente el D.M. 27 septiembre 2010 “Definición de los criterios de admisión de los residuos en los vertederos”.
El principal objetivo de la Directiva 2018/850 es lograr que, antes de 2035, cada Estado miembro reduzca sustancialmente la cantidad de residuos eliminados en el vertedero (máx. 10%). Para tal fin, la norma introduce nuevos criterios para la ejecución de la verificación del residuo directamente en el lugar de producción, paralelamente con los procedimientos de admisión en el vertedero, adoptando criterios técnicos específicos para establecer cuándo es o no es necesario el tratamiento del residuo, a los fines de la eliminación.
En especial, señalamos las modificaciones introducidas respecto:
· de la caracterización básica del residuo
· de los criterios de admisibilidad en un vertedero
· de los métodos por adoptar durante el muestreo y el análisis del residuo.
1. Caracterización básica del residuo acompañada por una recolección precisa y puntual de las informaciones pertinentes (art. 7 bis D.Leg. 36/03 y sucesivas modificaciones e integraciones).
Con el fin de determinar la admisibilidad de los residuos en cada categoría de vertedero, el productor de los residuos está obligado a efectuar la caracterización básica de cada tipo de residuo depositado en el vertedero. La caracterización debe ser efectuada antes del depósito en el vertedero, o sea, luego del último tratamiento efectuado y repetida con cada variación significativa del proceso que origina los residuos e, igualmente, por lo menos una vez por año.
2. Criterios de admisibilidad en el vertedero dictados por el Art. 6 D.Leg. 36/03 y s.m.i.
Está prohibido eliminar en el vertedero los residuos aptos para el reciclaje o para la recuperación de otro tipo y de algunos otros tipos de residuos peligrosos.
3. Métodos por adoptar durante el muestreo y el análisis.
Los métodos presentados en el anexo 6 del D.Leg. 36/03 y s.m.i. para la determinación del análisis mercadológico según el método ANPA (Agencia Nacional para la Protección del Ambiente), del TOC (carbono orgánico total), de la preparación de los eluatos y la sucesiva determinación de los analitos, se convirtieron en imperativos y obligatorios. Por lo tanto, no podrán ser utilizados otros métodos aunque presenten la misma técnica analítica.


Estudios sobre la conversión del co2

Para profundizar sobre la Conversión del CO2

Un nuevo proceso para la conversión de CO2 en ácido láctico durante la producción biológica de hidrógeno a través de la fermentación bacteriana de desechos orgánicos ha sido puesto a punto y patentado por el Instituto de química biomolecular del Cnr (Consejo Nacional de Investigaciones) de Pozzuoli. Los resultados están publicados en el International Journal of Hydrogen Energy y ChemSusChem.

Un nuevo método biotecnológico para la captura del anhídrido carbónico y la síntesis de hidrógeno mediante la fermentación de materiales orgánicos también de desecho, que podría tener un empleo industrial para la producción de energías renovables y ecosostenibles, ha sido ideado y patentado por un equipo dirigido por Angelo Fontana en los laboratorios de investigación del Instituto de química biomolecular del Consejo nacional de investigaciones (Icb-Cnr) de Pozzuoli. El estudio se publicó en el “International Journal of Hydrogen Energy” y se publicará en el ‘ChemSunChem’.

“El método para la producción de biogás se denomina Clf, Capnophilic Lactic Fermentation, y se sirve de una bacteria extremófila (es decir, que vive y prolifera en condiciones ambientales extremas), la Thermotoga napolitana, que crece a 80 grados en las solfataras marinas mar adentro del litoral Flegreo”, explica Fontana. “Las células de la Thermotoga se comportan como micro reactores capaces de producir hidrógeno de fermentación de sustratos orgánicos, incluidos el material de desecho de la industria agro-alimenticia, permitiendo su transformación en energía limpia”.

Un mecanismo absolutamente nuevo. “Clf representa un método inédito que permite obtener simultáneamente tres ventajas: la producción de energía limpia, la captura del anhídrido carbónico y la recuperación de materiales de desecho”, prosigue el investigador del Icb-Cnr. “El metabolismo de la bacteria recoge CO2 y ácido ascético y desprende ácido láctico con la eliminación completa del CO2, además, al contrario de los clásicos mecanismos de fijación autótrofa, como por ejemplo la fotosíntesis, no implica síntesis de compuestos del metabolismo celular. Es más, el empleo de anhídrido carbónico estimula la velocidad de fermentación, determinando un mejoramiento de la producción de hidrógeno del cual podría obtenerse directamente energía eléctrica”.

Las ventajas ofrecidas por dicho proceso son intuitivas: “El objetivo del trabajo actualmente en curso es científico, pero los resultados abren ahora la posibilidad de la aplicación industrial de la Capnophilic Lactic Fermentation, considerando que para solamente la producción de ácido láctico, existe un mercado mundial calculado en aproximadamente 1.200 millones de dólares en 2010”, concluye Fontana. “La producción biológica de hidrógeno mediante la fermentación bacteriana de sustratos orgánicos, incluidos muchos materiales de desecho, es un tema científico muy actual y de gran perspectiva para la producción de energía de fuentes renovables”.

El hidrógeno se obtiene por electrolisis del agua, utilizando energía solar (hidrógeno azul) diferente del hidrógeno gris, que se obtiene de combustibles fósiles.

El hidrógeno por vía biológica y/o química, es hecho reaccionar con el CO2 y se obtiene metano que el Estado italiano ya ha previsto incentivar.

 

Estamos en el nivel de investigación y de prototipos. Falta aún mucho por hacer:

Confrontarnos con los científicos coreanos, con los colegas de Georgia Tech en los Estados Unidos sobre la electricidad y el hidrógeno del CO2, la revolución de la batería líquida.

Se inspira en el papel que juega el océano en el ciclo del CO2, el nuevo sistema de captura y empleo de las emisiones realizado por científicos coreanos y estadounidenses con los cuales abriremos una nueva campaña de investigaciones tendientes a la industrialización del sistema. Los científicos coreanos, en colaboración con los colegas en los EE.UU, han realizado un dispositivo electroquímico capaz de utilizar el anhídrido carbónico para producir electricidad e hidrógeno. Como lo explican en un artículo publicado en iScience, la tecnología se basa en el funcionamiento de una celda híbrida Na-CO2, una especie de gran batería líquida con un diseño estudiado a propósito: el ánodo, en sodio metálico, está puesto en un electrolito orgánico, mientras que el cátodo está contenido en una solución acuosa en el interior de la cual está inyectado el CO2; ambos líquidos están separados por una membrana de conductor superiónico en sodio (NASICON). El funcionamiento, por lo menos teóricamente, es simple. Cuando el bióxido de carbono es inyectado en el electrolito acuoso, reacciona con el cátodo, produciendo iones hidrógeno y ácido carbónico. A través de una reacción electroquímica, estos subproductos son empleados para generar electricidad y crear gas hidrógeno. A diferencia de otros design, la nueva celda híbrida no suelta ningún CO2 como el gas durante el funcionamiento normal; al contrario, mitad del carbono es recuperado por el electrolito como bicarbonato de sodio.